jueves, 30 de enero de 2014

¿Perdiendo la identidad?

ante todo ¡Feliz Año Nuevo!!!
y no sólo porque no esté por aquí desde hace más de un mes y 2014 haya entrado con fuerza - y como siempre desde Aberdeen un frío que te deja la piel sin arrugas (a lo Mazagatos cuando decía lo de poner la cara en el congelador) - sino porque además, me viene de perlas para el post que este viernes celebremos el Año Nuevo Chino, el año del Caballo

Aquí en Aberdeen hay una amplia comunidad oriental, no digo ya en el resto de la isla, y con esto de la globalización, aunque CocaCola, Burger King/McDonalds y Halloween en versión USA ganen por goleada en este asunto, China no se queda atrás - la mayoría de juguetes y prendas vienen producidas allá, se le llama la tierra de las oportunidades, nos seguimos alucinando con las noticias que llegan desde allí (las malas sobretodo, en cuanto a la falta de seguridad, y la falta de respeto a los derechos humanos, aunque cuando las monedas de oro cantan ya se sabe)




La comida china se está equiparando si no imponiendo a la italiana cuando se trata de pedir un "takeaway", los restaurantes y bazares (todo un €, al menos en el continente) se reproducen con una facilidad pasmosa y hay muchísimos estudiantes chinos viniendo a estudiar y occidentales aprendiendo el idioma mandarín de cara al futuro (una niña del playgroup de mi hija con apenas 4 años no llega está aprendiendo chino, y es hija de escocés y española)
Y los niños van aprendiendo - y de rebote los padres - tradiciones culturales chinas, en este caso andan inmersos en actividades para celebrar su llegada
Obviamente no llega a la excitación "jalogüinera" o Papá Noel o Bonfire Night, pero ahí están, haciendo lámparas chinas, aprendiendo a decir Feliz Año Nuevo (que suena algo así como Xin Nian Kuai Le) y esperando recibir unos sobrecitos rojos con alguna monedicha dentro




No que me importe absolutamente nada, es más, me encanta que aprendan si son cerdos o bueyes (signos zodiacales chinos); si los tallarines primero se hierven y luego se pasan por el wok con la soja y que el rojo y el dorado son colores para atraer la suerte y riqueza, y que las naranjas y las flores son buenos augurios
Pero a veces, me pregunto - ¿acabará en ellos nuestra cultura, la española que hemos vivido su padre y yo durante veintitantos años? Porque ya hablan español con un acento bien escocés y cometen unas "spanglishadas" brutales (como decir "holdar" para "abrazar" - to hold - o "choppado" para cortado - chopped) y es que yo como dije no soy nada "opoliana", no sigo el un padre un idioma y salto de uno a otro cual canguro australiano
No conocen las fallas y apenas las barracas murcianas, ya dije que el valenciano ni lo van a oler y prefieren mil veces palitos de pescado con alubias a una tortilla de patata con jamón serrano y están entusiasmados con que les haga ahora un dragón chino y unas lámparas, más tener galletitas de la suerte, arroz y fideos chinos mañana - hasta le han pedido a la peque o ir de rojo o con algo chino en la guardería mañana






La verdad que no sé si me sabe mal o si debería sentirme mal y meterles más caña con España, porque es herencia, es riqueza (aunque es más difícil aquí y es que tampoco me relaciono yo con muchísimos españoles y ellos menos aún todavía, ni mucho menos, de hecho mis mejores amigos o están en España y vamos 6 semanas al año o son de otro país) y son sus orígenes, al fin y al cabo y a una mala, si nuestra vida nómada sigue adelante por muchos años, tendrían un anclaje y un punto de referencia más claro 

Realmente no puedo competir con lo que me rodea (no es fácil hacerlo pues no hay medios) pero por otro lado, es que tampoco me importa mucho

¿Están perdiendo su identidad o están adquiriendo una nueva?




fotos obtenidas en los blogs Craftiments com, Earlylearninghq y Dharmapetama