jueves, 15 de noviembre de 2012

Tirar la toalla

Hoy es un día de resaca.
Y de dolor.
Y cansancio. Mucho cansancio.

Vivo en una "burbuja", si se quiere ver así. En Reino Unido y en una ciudad que no está notando el paro gracias a la industria petrolera (aunque desde luego, también con una nulidad de gestores que ha provocado que el ayuntamiento se haya declarado en bancarrota, y me digan ustedes cómo se come eso, que yo no lo entiendo).
Pero eso no impide que me afecten las cosas y sobretodo, cuando veo la que cae en España y las noticias de la huelga de ayer. Niños y jóvenes golpeados por los antidisturbios -aquellos encargados de velar por nuestra seguridad - y gente molestada e insultada por los llamados "piquetes informativos", que de informar poco, pero de violentos un rato largo tienen porque no les da la gana respetar el derecho de los demás de adherirse (o no) a una huelga. Luego me digan en qué se diferencian unos de otros, porque yo no lo veo, sinceramente.



Respeto, he ahí la cuestión, en mi opinión. Vivimos en un mundo donde está a la orden del día que se falte al respeto.
Nos lamen el trasero para obtener votos, pero una vez dados, nos faltan al respeto intentando negarnos el derecho a manifestarnos tranquila y pacíficamente (lástima que siempre vayan a meterse esa panda que les da igual el motivo y que piensan que es carta blanca para hacer lo que les salga de la pancarta poniendo en peligro a los demás, no respetando a los otros manifestantes).
Nos faltan el respeto cuando sacan a los grupos de antidisturbios que no miran por dónde van ni a quién dan, como un grupo de perros rabiosos.
Nos faltan el respeto cuando un padre o madre (o cualquier persona) decide trabajar porque lo necesita, quiere, o porque simplemente no puede permitirse ir a la huelga y se les atemoriza rompiendo escaparates o insultando para obligarles  a estar del lado que "toca", falta de respeto a la libertad, esa palabra con la que nos llenamos la boca y nada más...
Falta de respeto a gente que pierde su trabajo y su casa, cuando por poco que hayan pagado impuestos, han contribuido a salvar a esos bancos, que por avaricia, no han sabido cumplir su función,  inflando la burbuja hasta que el chicle explotó en la cara. Y la pena, el miedo, la angustia ocupan nuestra mente y nuestro corazón cada vez más, haciendo desaparecer la esperanza, hasta que a algunos no les queda más remedio que faltarle el respeto a su propia vida, porque le han hecho sentir inútil, inválido, incapaz de ver una salida
Nos faltan al respeto cuando olvidan que están para ocuparse de la gente y no sólo para cuadrar números, y si los cuadran pensarán lo bien que lo han hecho - hasta la próxima - por todos nosotros, olvidándose de su parte de responsabilidad.

Y  no es ahora con esta crisis, no, qué va. Lo vivimos siempre, todos los días, y lo enmascaramos, siempre con las malditas etiquetas, con las  "cosas de niños" cuando ninguneamos el sentimiento de los pequeños que se sienten agredidos (porque son más sensibles o por lo que sea, da igual) con comentarios de sus otros compañeros - eres estúpido, eres feo, eres español, eres, eres, eres!!!!. Cuando les reímos las gracias o las salidas de tono.
Con los ancianos, porque "chochean", porque no interesa tenerlos cerca, porque no nos dejan tenerlos cerca, porque son "viejos" y parece que ya no tienen razón de ser ni de vivir, como si nosotros fuéramos a ser eternos y sanos. Porque los apartamos y no nos da la gana contar con su experiencia, como si supiéramos más ¿más de qué???
Con los extranjeros y con los vecinos, gays o heteros,  con los que son vegetarianos o los que comen carne y así hasta el infinito.
Me paro a pensar y será porque hoy estoy llena de dolor, pero me parece que en esta vida vamos a codazos y empujones, intentando imponernos entre la masa, llamando la atención, queriendo ser siempre más que el otro, mejor, tener razón, sobresalir siempre,  en lugar de vivir como queremos y sería mejor: dejando a los otros vivir y realmente importándonos quiénes son, cómo son, sus anhelos, sus metas..

Es agotador intentar cambiar esto, parece que siempre va a ser así, y que es inútil quejarse, una se agota de oir las quejas propias y ajenas, de ver las faltas de respeto, de cometerlas, es un círculo sin final y lo que me apetece es tirar la toalla sobre lo que está en mi mano para cambiar todo eso. Porque al fin y al cabo, pareciera que la frase de Lampedusa en El Gatopardo, es la pura verdad: "Todo cambia para que todo siga igual"

Así que para qué intentarlo..... :(((


8 comentarios:

  1. Hola Esther,
    Muchas veces he pensado lo mismo que tu hoy nos has escrito tan bien. Siempre he llegado al mismo punto, dejandome llevar por la impotencia que provoca que haya tanto problema y tanto negativismo por donde quiera que mires. Pero mi corazon siempre me dice una cosa: no se puede tirar la toalla, porque aunque ni tu, ni yo arreglemos esa falta de respeto, esos problemas, almenos podemos poner nuestro granito de arena y respetar a la gente que se cruza en nuestra vida, enseñar a los que nos siguen (en mi caso a los niños de mi clase y tu a los tuyos propios) que hay una manera de hacer las cosas que puede ser la buena (quiza no la mejor ni la unica) y estoy segura de que los que te conocen saben de lo que hablas porque es lo que les demuestras, lo que les transmites... y lo que les gusta de ti y les hace felices. Yo solo por eso no pienso tirar la toalla. Y si en mi mano esta, no dejaré que la tires tu tampoco, porque aqui estoy! Te cruzaste en mi vida y ahora ya es tarde para mostrarme una Esther que se rinde. Hay mucho por lo que seguir. Un beso queridisima expat!

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    1. tienes razón, guapa, pero es cansino, siempre igual! mi aspiración en esta vida es que nos dejemos en paz de una vez, que aceptemos nuestras diferencias, que sí, desde luego, no pasemos por alto las injusticias pero realmente nos dediquemos a ser felices, que no ha de ser tan difícil (el llamado egoísmo altruista, no te hago nada, no porque te quiera, sino porque no quiero que me la devuelvas, en palabras finas)
      Han sido días algo complicados también a nivel personal y me pregunto "¿por qué cuesta tanto ser agradable, honrado, justo?"

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    2. No deberia costar ser agradable, ni honrado, ni justo... lo que pasa es que se ha perdido ese valos tan importante que es el respeto. Se incluyen tantisimas cosas dentro de él... Al final llego siempre a la conclusion de que yo soy como soy con todo el mundo, porque mi manera de ser y mi conciencia asi me lo dictan. No sabria ser de otra manera. Siempre intento ser justa, agradable, me gusta que la gente que me rodea esté bien, que sea feliz, y siempre ayudo en lo que esta en mi mano... quien no valore eso o no le interese es muy libre de mirar hacia otro lado. Tampoco se puede obligar a nadie. Lo que si te digo es que almenos el tanto por ciento que me rodea tienen lo mejor de mi. Ya no porque no me la devuelvan, sino porque soy como soy. Un beso enorme querida!!!!

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  2. Yo lo tengo claro: seguiré intentándolo porque el día en que mueran mis utopías moriré yo también.
    Para, llora, expresa tu impotencia... y después sigue andando. No nos queda otra.
    Nunca podrás alcanzar las estrellas, pero siempre podrás caminar en su dirección.
    Un abrazo

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    1. Un besote Carmen, ahora si siento el momemto de parar y descargar mochila, estoy tan enfadada y cansada de intentar entender lo incomprensible....

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  3. Puede que canse y a que veces te sientes agobiada por lo que pasa a los demás, pero tirar la toalla no es la solución. ¿Cómo podemos aportar nuestro granito si no tenemos fe en que algo podemos hacer?

    Y es que, como dijo alguien (no recuerdo quién), si no eres parte de la solución, eres parte del problema. Y no es que te esté echando la bronca ni nada remotamente similar, pero aunque todos tenemos derecho a caer, tenemos la obligación de levantarnos

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    1. si, es cierto,en lugar de tirarla hay que hacerse un turbante con la toalla, como dijo una buenísima amiga (y un gran ejemplo también de no tirarla)
      En unos diitas, me calzo las botas y camino otra vez, porque ahora muerdo

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  4. Cada persona ha de seguir adelante en lo que haya venido a hacer. Cada cual desde su posición tiene su "particular" lucha. No dejes la tuya como quieras que la entiendas. ¡Y ánimo!
    Un abrazo.

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