viernes, 23 de noviembre de 2012

C.

C es un nene de unos 3 años, y es el nene más triste que he visto en mi vida.
Realmente sólo lo veo en el playgroup de mi hija los viernes, durante un par de horas, y en algunas actividades que las iglesias aquí organizan durante las vacaciones de los niños en octubre, abril etc.
Tiene dos hermanos mayores que van al colegio y a su mamá, a la que adora.
No ve a su padre desde hace unos 6 meses - cuando volvió a su país a solucionar unos cuantos temas.
Y ahora están pasando por problemas de vivienda.

Nunca le veo sonreír, cuesta mucho hacerle reír a carcajadas, y es muy solitario...
Desde que lo conocí, me produjo tal ternura que me duele hasta el alma. No sé por qué, fui hacia él, podría haber "pasado", pero no podía, no puedo, sé que es mejor no involucrarme porque no voy a estar con él más que esas horas y no siempre.

No juega con los niños del playgroup, llora pidiendo a su madre (que tiene que estar solucionando su situación y quiere que mientras está en ello su hijo disfrute, juegue), pero de un modo silencioso. No berrea ni tiene rabietas por ello. No quiero decir que nunca las tenga, lo lógico es que sí, con su edad, pero no parece un niño ruidoso, por lo poco que lo conozco.
A poco que le des algo de cariño y juegues con él, se queda contigo y no te suelta (¡ni yo quiero!)

De dentro me sale abrazarle, darle besos y achuchones, tirarlo al suelo y hacerle cosquillas, lo mismo que si fueran mis hijos. Aunque no le suelen gustar las cosquillas. Y cuando está conmigo y ya se siente relajado, está tan pendiente de mi niña como yo y a ella no le suele importar que me lo siente encima, y juegue con él, y luego se lanza, cosa extraña, a jugar con ella, a perseguirla, hacer carreras y los dos ríen y ríen, se caen, se levantan y vuelta a empezar.
Ahí es cuando me parece que es feliz y de repente, zas, para y le vuelven a brotar las lágrimas pidiendo a su mamá. Y hoy se me ha partido más el corazón cuando nos estábamos poniendo los abrigos para irnos y se pone a sollozar de nuevo diciendo "don't go, I go with you" (no te vayas, me voy contigo). No valía decirle que su mamá vendría, como siempre, que quiere verlo feliz y jugando, que nos veremos, que no pasaba nada...

Cuando le comento a la organizadora del playgroup que hable con su mami y si ella quiere, poder estar con C, que juegue en mi casa, que meriende allí, lo que sea.... casi ni me mira ni me responde, asiente varias veces distraída con la cabeza como si estuviera ida y eso me enfurece, como cuando me ve consolándolo y me musita "déjalo, no pasa nada, déjalo". No es la primera vez que me lo hace, y no es la primera vez que siento como si se burlaran porque me preocupe por él. Y no me da la gana, quiero abrazarlo y consolarlo, qué cojones (excuse my French).
Si lo veo y le saludo cuando está con su madre y le quiero dar un abrazo, como me pasó hace unos meses en una barbacoa de la iglesia, oigo en tono jocoso "que ya tiene madre!!". ¿Qué tiene que ver??? No estoy acusando a nadie de mala madre y jamás en mi intención hacerle sentir mal por eso, porque Dios sabe y lo que es peor, yo también, que no soy la mejor madre del mundo y tengo muchísimo por mejorar. Su mamá tiene mucho encima, mucha presión que me hace admirar por lo poco que se lo fuerte que es. Simplemente es una mano. Y mi niña no demuestra celos para nada, sigue jugando y viniendo a mí y separándose de mí como lo haría si no estuviera con él (y me siento orgullosa de ella hasta el infinito)

No sé si es porque no voy a esa iglesia, no sé si es para protegernos a los dos de formar un lazo, ya que como digo, no siempre estaremos juntos y no siempre seremos una presencia constante o tan constante como lo puedan ser ellos (que es como mi marido lo ve, pero también pienso que los hombres ven esto de otra manera que las mujeres, lo siento, pero es así, creo que el no parir o no vivir un embarazo les hace ver la paternidad de otro modo menos "visceral" o sentimental y probablemente esté generalizando y equivocándome pero no puedo evitar pensarlo). Y tienen su parte de razón, no lo niego.

¿Pero no es mejor algo que nada? Si se ve que el nene es feliz, ríe y juega, ¿por qué negárselo? ¿es mejor no vivir algo por miedo a perderlo o que no sea constante o al menos disfrutarlo un  tiempito? Yo también me lo pregunto, no sólo por C, sino por mí y en cualquier ámbito de mi vida, de la vida en general.
Pero mi corazón me lleva a él, tampoco puedo evitarlo, es como algo primario (o soy una sentimentaloide de cuidado y ya no puedo hacer nada con eso). No me pasa con otros nenes, o no tanto, pero con él sí.Y pensar cuántos niños (y madres como la de C. y madres como yo) hay así....

No me quito de la cabeza sus pucheros, sus lágrimas y su sonrisa.
Pero no puedo hacer nada y sólo me queda recomponerme y esperar a la semana que viene para verlo, jugar con él y no dejar que el sentimentalismo me coma. Ni por mí ni por C.





6 comentarios:

  1. Es muy bonito lo que has contado. Y creo que tienes razón yo haría lo mismo que tú.

    ResponderEliminar
  2. Es tan guapo ese nene, Rosa, y de verdad que tiene una carita tan triste ¿verdad que sale de dentro querer estar con alguien a quien ves solo, animarle? No digo que pase con todo el mundo, pero si siempre nos quejamos de la falta de cariño, de lo mal que lo pasan algunos niños, si sentimos eso ¿por qué hay que frenar? ¿No es un contrasentido? ¿No nos gusta acaso cuando lloramos y nos sentimos solos y tristes, que aunque sea por unos minutos, alguien nos demuestre cariño y esté ahí?

    ResponderEliminar
  3. Escribes contando lo que sientes, respetando y valorando profundamente a la madre del niño, dejando aquí a la mujer empática, apasionada y llena de ternura que eres. Así que sólo me queda darte las gracias.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. gracias Carmen, muchas gracias, sé que quizá con él es "fácil" puesto que es sólo 2 horas por semana y todo eso, tampoco entiendo por qué siento este cariño o esta necesidad de protegerlo justo con él y no con otros (será porque veo que está solito esas horas) y ya digo, se que fallo más que una escopeta de feria en el apartado de madre con A y V
      Pero con C y con otros niños y otras situaciones no dejo de preguntarme ¿por qué es malo involucrarse? ¿y por qué cuando alguien se ofrece a involucrarse miramos con recelo o nos sentimos mal o nulos y luego seguimos quejándonos que el mundo está falto de empatía, de amor, de cuidado?

      se nota que sigo así así ¿verdad?
      y estas palabras de tu parte, Carmen, me hacen sentir honrada, de verdad

      Eliminar
  4. Querida Esther, me parece un relato precioso el que nos cuentas. Es genial lo que haces: fabricar cariño y regalarlo,...

    Te llegas a plantear si es contraproducente vincularse demasiado. En eso sentido, creo en la "aurea mediocritas", todo debe tener un punto intermedio, para que todos(el este nene y tú y tu hija)podáis disfrutar sin problemas.

    También hablas de una familia con mucha presión, no creo que sea bueno para ti vincularte hasta tal punto que pudieras hacer tuyos problemas que no lo son y que, problablemente, no puedas solucionar. Por otra parte, pienso que no puedes asumir ser un referente permanente para este niño...

    Ahora bien, si la frontera está delimitada, todo lo que sea aportarle momentos de felicidad al nene, mostrarle que existen los juegos y las risas a carcajadas.... ¡me parece realmente hermoso!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Cómo me alegra que hayas escrito!!!
      y tienes toda la razón, hay que buscar el punto intermedio y creo que es disfrutar de esas dos horas, que sean "nuestras" y listo, porque desgraciadamente no podemos hacer más que eso. Un verdadero carpe diem sin sobreanalizarlo
      A veces me pregunto si aún lo hago por C o por mí, la verdad

      Muchas gracias por escribir, Eirene.

      Un beso inmenso (en nada achuchón en persona, aunque sé que no te van nada, jejejeje)

      Eliminar