sábado, 31 de enero de 2015

Cumpleaños expatriados

Acabamos de celebrar el cumpleaños de la pichona, 5 años, con sus amiguitos.
Hace dos semanas tuvimos la del pichón, 7 años, con los suyos (de clase).
La verdad que yo sólo me planteaba los cumpleaños al estilo que viví siempre en España de niña: la propia casa, un montón de globos, mediasnoches o bocatas de fiambre  y paté, un porrón de gusanitos, papas, cortezas etc y la CocaCola, Fanta de naranja y de limón de rigor.
Una tarta y hala, a correr y jugar!
Si era mi hermano, que nació en verano, pues era a huevo, ya que la casa de mis abuelos tiene un patio/parking inmenso, y encima con el buen tiempo ya para qué, hasta en medio de la calle con los globos en la mano!!! Y jugando al escondite, al pollito inglés, y lo que fuera.... Niños y niñas, todos juntos y bien revueltos y contentos.



En mi caso, ya en el cole, pues era en casa, con lo cual la diversión estaba más restringida y el correteo era prácticamente nulo. Pero aún así jugábamos. Y una vez, esporádicamente (que fue un fracaso) hubo fiesta en el Burger King.

El tener niños aquí me ha hecho plantearme las cosas diferentes y hacerlas de manera diferentes también. No sé si los padres escoceses de ahora, niños en los 80 como menda, hacían los cumples como en España, pero me chocó la primera vez ver que reservaban un sitio (generalmente un "soft play" area, o parque de bolas si se quiere, luego se avanza hasta aventuras de láser, escaladas, fiesta de espuma, hacer tu pizza, sesión de fotos o incluso hasta un "pampering party", en plan tratamiento de "belleza" infantil). Y que además, los niños invitados recibían una bolsa con regalitos!!! Y buenas cositas: libretitas, bolis, mini juguetes, libros, y el pedazo de tarta que se sopla y que a veces o se come en el sitio o se lleva en estos party bags.




La verdad que mi primera reacción fue un "¿qué?? uff qué caro y qué lío y qué mal!!" pero claro, luego una piensa, me lo organizan todo, mi casa es minúscula, sin jardín ni nada, para comer ganchitos y tal pues allí también - cambiando las papas por salchichas, o hamburguesas o trocitos de pollo rebozados o sandwiches de diversa índole británica (jamón, queso, atún con mayonesa y maíz, huevo....) y zumo diluído (burrada de azúcar incluída). Los nanos tienen lo que más les importa, sus amiguichos, y los regalos que reciben, que al fin y al cabo, eso es igual aquí, en España o China.
Así que con los pichones verbeneros pues hemos seguido esa tónica.

Y aquí viene otra cosa: ¿a quién, cuántos invitar? Este dilema que cuando eres padre te deja a veces.... mal, porque quieres invitar a muchos, pero también hay que mirar el bolsillo, no quieres desairar a nadie pero a la vez quieres mantener la cosa en un límite.
Mi solución: les dejo escoger a ellos con un límite de invitados. Y que luego mezclen si quieren, de clase o de fuera... Es decir, invitas a 16 y si en tu clase sois 25, pues ya sabes 9 van fuera (según lugares, a la hora de reservar te piden el pago de un mínimo de x invitados). Y de esos 16 seguro que dos o tres no pueden ir por lo que sean. Así que te plantas en 12, 13 o así, más o menos lo que pensabas.



Pero como lo dicho, quieres que todos los amiguitos disfruten lo que solemos hacer también es comprar mini bolsas de chuches o algún detallito para TODA la clase. Así que al menos, aunque no estén invitados, y no lo están pero no por razones de antipatía - suerte tengo que mis hijos quieren a todo el mundo, de hecho la pichona por poco me pide toda su clase y media de otra, glups!!! - sino por algo más prosaico como dinero y espacio, si tendrán un regalín de su parte. Mini bolsitas de gominolas, madalenas, algún mini detallito....



Así que también podemos decir en el caso de que no sean invitados alguna vez, pues que es lo mismo, que suele haber un número limitado o a lo mejor sólo quieren hacer fiesta de chicas exclusiva y por eso algunos pues se quedan sin ir. Eso sí, lo que siempre (y soy innegociable) es que las fiestas han de ser mixtas (niñas y niños, para fiestas "exclusivas" ya tienen los playdates los viernes cuando van a casa de sus amigos o vienen ellos) y jamás pueden dejar una persona fuera (lo cual es fácil, por esto del límite, no vale decir "toda la clase menos fulanito o menganita", eso no, tienen que pensarlo muy bien porque sólo serán unos cuantos). Aún así me quedo un poco mal, porque qué más quisiera yo que invitar a 30 chiquillos y ver a los peques con una sonrisa manchada de helado de oreja a oreja!!!

La verdad que en estos dos que hemos tenido este mes (el pichón el 17 - solía celebrarlo en España pues cumple cerquita de Navidad -  y la pichona ahora mismo, con el extra regalo de la varicela contagiada que ha salido - aunque muy suave - ¿no decía que menudo mes movidito en emociones y acciones y falta de sueño???) los niños han disfrutado muchísimo, el mayor con los bolos y la pequeña en un "soft play" area de una zona lúdica de Aberdeen.














Y debo decir que con estos amiguitos tan geniales que tienen, yo también disfruto como ellos .
 Y ya pensando cómo serán los siguientes!!





1 comentario:

  1. Esos cumples no son exclusivos de ahí. Aquí también nos hemos modernizado a tal punto: parques de bolas, fiestas temáticas... Lo de la Merendola en casa murió en generaciones pasadas.
    Te cuento como lo hacen en clase de mi hija que me parece una genial idea ( esto lo debatimos las mamás en una reunión con muchas luces). Como todos tienen derecho a celebrar su cumple y a acudir al cumple de los demás, cada mamá de invitado, paga lo que cuesta el evento para su hijo y la mamá del cumpleañero, paga lo de su hijo y el regalo. Yo, encantada con la fórmula

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