martes, 11 de junio de 2013

Rendirse

Llevo un par de semanas bastante... bastante.
No han sido las más alegres ni mucho menos y un suceso vino a hacer tambalear lo poco que quedaba en pie tras unos días bastante horrorosos (y me refiero al SPM).

Y me ha dado que pensar, puesto que decidí dar un paso atrás y estar como mera observadora puesto que no había fuerza ni energía para involucrarme en esas rutinas diarias, esos contratiempos mínimos y esas pasiones personales que llenan los días.
Ni deberes ni feria de verano del colegio ni excursión aquí ni visita allá. Sólo lo justo (aunque sin ganas) por los peques y por mí - una tarde de sol en el parque , las clases de fitness, y nada más.
No había cuerpo ni ánimo.

Esta semana pasada me dí cuenta que hay batallas que se pueden perder y que la única salida que a veces se encuentra es perderlas para ganarlas. Y asusta, asusta mucho.Y ayuda a relativizar (algo). Y obliga a seguir buscando o bien, esperar que pase y acordarse todos los días de hacer algo, sea respirar, que hacer la comida, o leer, rezar, ver la televisión...

No sé si será coincidencia, pero justo en estos días estoy leyendo un par de libros que han  ido por ahí, la nueva novela de Marian Keyes (The Mistery of Mercy Close) y The Sacred Scripture. Con la última casi ni empecé, no pude pasar de las diez primeras páginas puesto que ya empezaba el terremoto dentro; la primera la acabé ayer y vi una explicación justa y real sobre cómo vivir estos temas (sí, siendo Marian Keyes pues tienes un montón de bromas y frivolidad que enmascaran el meollo) así que en ello andamos, en vivir sin rendirse para poder disfrutar otra vez y reír a carcajadas sin miedo.






Gracias a todos los que siempre estáis ahí

4 comentarios:

  1. Yo creo que más que rendirse la cosa consiste en darnos permiso para para asumir nuestro cansancio y abrazarlo. Y si, después es mucho más fácil...
    Besos.

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    1. en este hecho que pasó , nos hemos dado cuenta de esto que comentas, el terror es cuando el cansancio es tan absoluto que nada puede ayudar y se busca el fin (o llega sin pretenderlo, pero acuciado por él)
      se que suena críptico, mucho, y siento no dar más detalles

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    2. Da igual. Aqui estamos para escuchar lo que puedas contar. Muacc

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  2. ¿Sabes lo que les digo a mis embarazadas cuando las contracciones comienzan a ser más fuertes?
    Que NO se resistan, que se dejen llevar como una ola del mar en su vaiven, que asuman lo que va viniendo y que todo pasa.
    Creo que las palabras lucha y resistencia implican fuerza contra fuerza. Y eso agota, y desgasta...
    Comprender el proceso y pasarlo de la mejor forma es la manera de llegar a un final sin secuelas. O al menos, así lo veo yo.
    Muchos abrazos.

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