sábado, 25 de mayo de 2013

Deberes expatriados

Con los deberes hemos topado
Bueno, llevamos unos días topando con ellos, pero cada día más y más.
No voy a entrar en si sí han de existir o no, simplemente relato una anécdota que puede tener su importancia más adelante, o eso creo.



Mi peque va a P1, tiene 5 años y medio y me doy con un canto en los dientes y me lleno de orgullo y satisfacción cuando lo veo interesadísimo en leer, y motivado (demasiado, si es que puede darse estar motivado en demasía) incluso por ir más allá de lo que se supone por edad le toca.
Si está en la fase "Rosie wants a bycicle. Jack's grandad wants a car" él quiere ir en plan "Spiderman (siempre el hombre araña!!) fought again the evil creatures that rose in the dark thinking about how the Platonic theories created an unparallel world of surprises". Por poner un ejemplo.

Vale, no problem, yo encantada de ir leyendo cada noche un capítulo en inglés de The Lord of The Rings, o de The unbearable lightness of being si se tercia (La insoportable levedad del ser, que no, no he leído ni pienso). Pero hay un matiz en esto y está en la palabra inglés

Inglés, he ahí la cuestión. Con deje, acento, particularidad escocesa, he ahí la leche! Porque es lo mismo que si viene un francés a Cádiz y el niño le pide que lea tal como lo hacen sus amigos del colegio, con ese peaso asento que no se pué aguantar (mis respetos para los gaditanos y los franceses).
Porque una, que sabe algo de inglés, no lo sabe todo y hay palabras que aún se le atragantan, por ejemplo, brigand (¿se lee tal cual o se pronuncia "braigand" ?)  y entonces entra un sudor frío y piensa que su hijo va a ser la mofa y befa de la escuela porque su madre, spaniard donde las haya, la está pifiando
Y es que el sistema OPOL (one parent one language) es la bomba, genial, ideal, estupendo, pero en nuestro caso al menos, poco práctico
Porque mi marido, que habla italiano con los peques, si le da por leer en español o inglés, recibe miradas extrañas y en oblicuo y una exclamación con tono condescendiente y un acentorro británico brutal tipo "¿Qué estás haciendo?? tu no hablas eso" pero a menda lerenda, a la que han conocido pasando del español al inglés en lo que se tarda en llegar de casa al médico (5 minutos) la tienen calada y como les gusta el gruffalo, Handy Manny y otros tantos igual, en inglés, pues así me lo demandan.
Y a mí que me gustan los idiomas más a que un tonto un lápiz (y estúpida soy un rato, porque me encantan los lápices y dibujar) allá que voy. No, non c'è  OPOL in this family, pardonnez-moi

Y llegan los dictados de palabras simples. Tras aprender los fonemas de las correspondientes letras. You, car, red, pit, pot, net, she, I, am, a, mum, dad, boy, etc etc
Y llegan los dictados de palabras complejas: cup, day, they, said, sad y otras de semejante índole. No parecen diferentes de las simples ¿verdad? pues lo son, porque menda, siendo española, tiene  5 vocales y sus inmutable pronunciación (y como he tenido la suerte de nacer y vivir en una comunidad bilingüe, hasta 7, toma ya! a, e, e abierta, i, o, o abierta y la u). Las cuales no me sirven absolutamente de nada frente al idioma de Su Graciosa Majestad doña Isabel the second. Porque su pronunciación es "rara" y yo la traduzco lo más posible a mis sonidos, por eso "cup" yo diría algo así como "cap", pero cuando se mete el acento escocés tendría que decir casi  "cop", y puedo estar diciendo alegremente policía cuando quiero decir taza, para que mi hijo la deletree en su cabeza y luego la escriba.
Lo mismo con day y they, que pueden sonar exactamente iguales de bote pronto a un español y por lo tanto,  así pronunciarlas y luego por el contexto que el de la pérfida albión de turno dilucide qué digo.
 En un dictado a un niño de 5 años y medio, tengo que enfrentarme a su mirada, a sus manos con la palma hacia arriba y una ceja levantada y ojos casi cerrados y me diga "¿pero me estás diciendo day o they?" que claro a mí me sonarían igual, pero no, no lo son,  porque una suena fuerte y la otra como la "d" de nuestro pescado, que es tan floja que acabamos diciendo "pescao" y entonces se nos olvida que una vez existió un animal marino que tenía una d en su nombre.... Con los participios suele pasar igual, economía del lenguaje o que somos unos vagos redomados :) (perdón, redomaos)




Así varias, con lo que el cerebro de su ya no tan serenísima madre (si es que alguna vez fue serenísima), o sea, servidora,  se ofusca y se culpabiliza por no saber tan bien inglés como el marido, el cual, con mucha más experiencia en la lengua de Byron, Keats, y John Keating, puede resolver perfectamente los dictados. El peque acaba mirándome comprensivo, me corrige la pronunciación (cosa que empezó a los 3 años y medio, tras un año de guardería e inmersión brutal en inglésconacentoescocés y llegando escasamente al metro de altura) , y le da la libreta al papá.

Y yo, que estudié humanidades y no hice puras porque no había, y que soy de las que da la excusa irritante de "es que soy de letras" cuando me interesa (es decir, cuando me importa un pito los temas de ciencias, que es el 99,9% de las veces) busco las matemáticas y miro los números con un amor que jamás pensé que existiría en mi.


1 comentario:

  1. Ni te cuento lo que pasaría si yo estuviera en tu lugar...
    A tus pies!!

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