viernes, 29 de marzo de 2013

Viernes Santo

No sé ni cómo empezar, pues tal es el mareo, el torbellino, el ruido en mi cabeza y todo, creo yo, es sólo puro cansancio.

Llevamos algo menos de un mes que no levantamos cabeza (virus o infecciones de algún signo u otro, a una persona sola, a dos e incluso tres a la vez) y también falta de sueño, sueño pesado y no reparador, pesadillas, malestar...
Un mes de no estar acostumbrada a a ver lo bueno, lo positivo y la gratitud sin miedo durante tanto tiempo, y hoy Viernes Santo he "petado", vulgarmente hablando, y vuelta atrás.



Se hacen pesadas las ausencias, algunas más que otras - justamente las irrecuperables  -sobre todo  en estos días que España se llena de procesiones (qué extraña y poderosa ha sido la Semana Santa siempre para mí, era como un nuevo inicio y daba gracias por él, por tener otro inicio y no solo el que marca el calendario el 1 de Enero de cada año, por un encuentro más cercano a Jesús)
Se hacen pesados los desencuentros y las frustraciones de las rutinas y el trato diario, con tu propia familia incluso, a la que más amas en esta vida.

Porque era (es) un tiempo de cambio y de reflexión interna, de ánimo, de decir "venga, allá vamos otra vez, míralo, vamos a ayudarle", pero cada vez cuesta más - ¿la vejez?- mantener esa esperanza del cual Domingo de Resurrección es símbolo y fiesta. Parece que nada cambie y el esfuerzo nunca sea suficiente - igual es que ni es esfuerzo ni es nada, es sólo una ilusión, una imagen falsa, un oasis...
Esperanza de un mundo mejor, de unas leyes más justas, de un amor realmente incondicional, de encuentros y abrazos.

Porque conoces a gente que lo está pasando mal, gente que quieres, aprecias y no sabes cómo solucionar sus problemas; porque te sabe mal sentirte tan cansado cuando hay gente muchísimo peor y no en países lejanos, sino que conoces la cara, la ves un día a la semana o dos, viven al otro lado de la calle .... y entonces además de mal te sientes imbécil y llorón y no te das un sopapo pues porque no tienes ni fuerza de levantar la mano.
Porque sientes envidia, tal cual. Y sabes que no está bien, pero leches, las cosas como son, la tienes. Durante unos días pasa eso, en la mayoría te da igual y oye, ni lo piensas y vives más feliz que una perdiz y dueño del mundo.

Porque te gustaría que la fe te metiera en una burbuja de seguridad, de amor, un escudo de energía donde todo es perfecto, y si no lo es, ni te das cuenta, donde puedes solucionar los problemas - tuyos, de los demás - y donde nada malo pudiera jamás pasarte. Pero te sigues sintiendo en un permanente jardín de Getsemaní, muerto de miedo y a oscuras.
Porque no quieres que el dolor ajeno te despierte a tus bendiciones, porque no, porque no debería ser así, aprender a base del sufrimiento propio o de los demás.
Y sí, aunque entiendes que el pasarlo mal hace que uno no se sienta insensible a los otros, sino que sea compasivo y así intente dejar el mundo mejor, no puedes dejar de pensar que sí, el dolor molesta y mucho.

Es Viernes Santo, y es la más mínima de las cruces, comparada con la de Jesús y con la que otras personas viven diariamente.
Por favor, ayúdanos a llevarla y a ayudar a llevarla
Y GRACIAS por aquellos que nos ayudan con la nuestra.




7 comentarios:

  1. Esther: abrazáte tal como estás, sin reprocharte nada. Con tu cansancio, tu nostalgia, tu impaciencia. Cómo lo haría (lo haríamos) cualquiera de tus amigos. Date espacios para expresar todo lo que sientes, escúchate sin juzgarte, sólo acoge.
    Y cuando lo hayas hecho verás que a pesar de todo, sigues adelante.
    Ayer fue el día del Amor y dediqué un rato a pensar y amar a las personas a las que quiero. Entre ellas estabas tú. Lejos y sin que ni siquiera nos hayamos visto nunca, pero estabas.
    Un abrazo.

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    1. gracias Carmen, el cariño es recíproco y con gente como tú se me hace más fácil el camino. De corazón te lo digo

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  2. Solo puedo decirte que cada cual carga con su propia Cruz. Y Aunque Jesús fue ayudado por alguien durante su Calvario, nadie le relevó de ella.
    Creo que hemos de salvarnos a nosotros mismos y, con ayuda o sin ella, seguir adelante. Porque solamente uno se puede salvar a sí mismo.
    Abrazos de Resurrección.

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    1. ay Concha, cómo me gustaría que no hubiera cruces, creo que ese es mi problema :) que quiero un mundo libre de cruces, LIBRE, y no es posible aunque hayan pequeños avances.
      Al menos poder contar con esa ayuda, es más que mucho
      Un abrazo enorme y vivo

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    2. ¡Jo! Lo de la cruz es una metáfora, cielo, yo tampoco deseo que haya cruces que supongan sufrimiento, para nada. Estuve en una conferencia de Emma y decía eso mismo, algo que yo ya tenía claro y escucharla me ratificó en mi pensamiento.
      Me refiero a que cada cual lleva su camino y que nadie lo puede andar por él. (No sé si la lío más...)
      Pues eso.
      Abrazos con "mona de Pascua" y anisitos.

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    3. no la lías, te entiendo mejor :)))) simplemente que nuestro camino fuera no digo liso (aburridooooo) pero no excesivamente empinado, sin chinas, ni empujones ni esguinces (imposible, lo sé), donde tan valioso fuera el mío como el de bill gates... y que lo disfrutáramos como nada en esta vida

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  3. Como tú decías en el anterior post hay que elegir las batallas que se pueden pelear y la de que no exista el mal es caso perdido así que es mejor pasar del tema. Yo lo he aceptado, hay personas malas que lo son por pereza, por desgana, por ignorancia, por falta de empatía, de solidaridad... son malas porque causan daño a sus semejantes aunque ellos ni se enteren o si se enteren hacen como que no. Y ¿qué vas a hacer? Sin embargo como decía alguien: La revolución empieza en casa. Si cada uno cambiamos pequeñas cosas de nuestra pequeña vida, si hacemos lo que está en nuestras manos para que la vida a nuestro alrededor sea un poco mejor, si amamos a los que nos aman y respetamos a los que no con nuestros actos estamos contribuyendo a que haya menos cruces en el mundo.

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