domingo, 29 de septiembre de 2013

...y Marta se va volviendo María

o va encontrando el punto medio, la unión de ambas.
Al menos eso creo.

El caso es que hoy hemos decidido - y ha decidido sobre todo el mayor, ya lo hizo saber hace 3 semanas - a qué iglesia vamos a ir.
Siento decir (bueno, no me da pena, así que no siento) he de decir que no es católica. Aunque se parece un montón, porque hay comunión, ofrenda y se da la paz, no en el mismo orden que en la católica pero como dijo muy sabiamente no recuerdo quién porque era algo de matemáticas y yo de las matemáticas huyo como de la peste, el orden de factores no altera el producto.

Es de la Iglesia de Escocia de origen presbiteriano y se define como una comunidad que se esfuerza en ser abierta, incluyente y progresista (sí, lo sé, parece un slogan político) y doy fe de ello, primero por el ministro o sacerdote y siguiendo por quien atiende, que no son sólo presbiterianos.



El caso es que una de las personas, católica y que trabaja en el colegio haciendo sesiones de Godly Play para niños y que otra madre - también católica - y yo atendemos con nuestros peques más felices que nada, es un miembro muy activo en preparar actividades para los peques tanto los domingos como otros días.
Y respecto al sacerdote, ministro, pastor o como lo quieran llamar, pues es un señor divorciado y homosexual (ya sé que suena a puro cotilleo y con todo ello a mí me choca, no su vida privada, pero que se haya podido vencer las reticencias para ser nombrado en una iglesia nueva -anteriormente estuvo en la catedral de Brechin - y porque como en la católica y otras se oye de todo en contra, pues como que uno lo acaba mirando como si fuera un fenómeno "ualaaaaaaaaaa, jaté y además lo hace estupendamente"). Y de esto me enteré de chiripa, pues buscando información de las diferentes actividades me encontré con la noticia.
Y ha organizado una buena marejada en la Iglesia de Escocia, incluso hablándose de escisión, aún estando la congregación de esta parroquia completamente de acuerdo con tener a este sacerdote al frente.

O sea, que es una comunidad que lo intenta y lo logra y me siento feliz de participar, y que los nanos participen, y realmente llevar a cabo la idea de que al fin y al cabo Jesús sólo es uno y lo demás son formas y moldes, y así podemos ser Marías al menos durante una hora.



A mí, otras cosas, sinceramente, me dan exactamente igual, y si eso es ser egoísta, pues lo soy y seguiremos yendo
Estimo el aprendizaje y la felicidad de mis niños muchísimo como para dejarlo de lado por cuestiones de quién se acuesta con quién y qué dice la Biblia o qué deja de decir sobre nuestras relaciones.