martes, 16 de abril de 2013

Esas pequeñas cosas

...que cantaba Serrat y te ponen el corazón contento (vaya, esta es de Salomé)
y te reconcilias con el mundo y tus decisiones, y te dan energía y te alivian.

Después de la noticia de las bombas en la maratón de Boston, donde corre tantísima gente por gusto, para encontrar esa energía, disfrutar y relacionarse con gente de todo el mundo, me pregunto qué c*** está pasando. Por qué suceden estas cosas, quién o quienes son los descerebrados que disfrutan con tanta maldad.Y da igual que sea en Boston que en Bagdad o en Sri Lanka, por qué hay gente tan infeliz y amargada que no sabe disfrutar de estas pequeñas cosas. Y lo que es peor, que no deja que otros las disfruten.

Una de las ventajas de ser expatriada y que siempre digo, es que aunque cueste hacer amistades, cuando las haces probablemente duren mucho tiempo y sea gente tan tan diferente, que seamos ejemplo de que nos podemos llevar bien. Y da igual que una sea católica y otra hindú, u otra atea y la de más allá budista. Y que a unos les guste el picante y a otros el dulce, podemos pasar un muy buen rato, reir y bailar, aprender y conocernos, sólo bastan unas cuantas preguntas sinceras sobre la otra persona, y un interés, no importa que sea más cortés que real y profundo.

El viernes pasado tuvimos una cena en una iglesia donde mi pequeña y yo vamos los miércoles por la mañana a cantar y reunirnos con otras madres y nenes. Condición: niños en casa con los padres y traer comida (y tradiciones) propias de nuestros países.

Tuvimos arroces: mexicanos, chinos y tailandeses; quesos y verduras de la India, obviamente una tortilla española, haggis y stovies, fish and chips (pescado rebozado y patatas fritas), puré de patatas y nabo; pastel húngaro y dulces escoceses e indios....





muchos de nosotros no habíamos probado algunos de estos platos ni nos habíamos relacionado de un modo más directo y personal - es decir, sin unas manitas reclamando tu atención ni usando el ojo de la nuca para vigilar que nuestros retoños volvieran a casa con los dientes intactos a ser posible.

Hablamos de nuestras vidas, de por qué éramos expatriados, qué nos gustaba de nuestro país de residencia y echábamos de menos del de origen;  planes de futuro, hobbies etc.

Personalmente fue un alivio, después de una larga temporada de mala salud para todos, dos semanas de vacaciones con una rasca de impresión y un cansancio bastante grande y fue muy divertido, y nos unió un poco más, nos distrajo y nos hizo paladear la amistad, que no es tan profunda como puede ser con los amigos que quedaron en nuestros países, pero es genial (siempre se encuentra gente con la que más conectas y otros con lo que menos, pero esta experiencia fijo que te hace ser más abierto a la gente, ya que la soledad que a veces se siente puede ser abrumadora y entonces el idioma, color de pelo, piel o religión se convierte en algo anecdótico como para usarlo de barrera o en todo caso, añade más expectación).

Y entonces, pasan noticias como las de ayer y no, no lo entiendo, de verdad que no.
Siempre he dicho que sé que vivo en una miniburbuja, pero no todo es fácil, y no estamos vacunados e inmunes a problemas de salud, trabajo, pareja, con la familia etc para nada.
No sabemos cuándo volveremos y si volveremos de manera definitiva a nuestros países de origen, vemos a nuestros amigos y familiares más queridos una o dos veces al año, nuestros hijos tienen otras costumbres y tradiciones y no, no es algo negativo que suceda esto, es simplemente que estas pequeñas cosas también pueden resultar complicadas y de vez en cuando se cobran su peaje, así que ¿por qué? ¿por qué complicarse o complicar más la vida a los demás?

Si el mundo puede caber en paz y armonía y diversión durante unas horas a través de la cena de unas madres de veintitantos y treintaytantos años, o corriendo en una ciudad, o compartiendo una iglesia, o un picnic ¿qué sentido tiene estropear algo - el vivir juntos y tranquilos - que a la vista está es posible que funcione??



miércoles, 10 de abril de 2013

¿UK 3765,2... - España 0?

Son los goles que este país nos está marcando
Y lo digo sin "acritú", es lo que hay y no me parece mal.
Igual que tengo más que asumido que el valenciano conmigo es como el último mohicano (se extinguirá en cuanto me vaya al otro barrio, en cuanto a transmisión se refiere y sobrevivirá con mi sobrina) pues así lo harán otras tantas costumbres españolas.

                                  
No porque queramos y lo hagamos voluntariamente, es porque es simplemente imposible mantenerlas en otros países. Y mea culpa, a veces me dejo llevar y no me esfuerzo por introducirlas (a excepción de la gastronomía, caso peculiar, porque sí, la paella es el nr 1 pero ni tortilla de patata, ni migas, ni pisto, ni gazpacho - manchego o andaluz -, ni morcilla...  Estos son de comida british - judías con tomate, salchichas con puré de patata, fish and chips - y cómo no, italiana - pizza y pasta). Ah, otra excepción es la selección nacional de fútbol española.

He aquí unos cuantos botones de muestra: 

  • Ratoncito Pérez - Hada de los Dientes (Tooth Fairy): heme yo aquí explicando que en España es un graciosísimo y simpático ratón, todo mono él que recoge tu diente y te pone una moneda, regalito o chuche debajo de la almohada. Ná, dónde va a parar, en el país de Campanilla, el hada es el rey (reina) y los ratones son demasiado peludos. Y más feúchos.

  • Halloween - Día de Difuntos: viviendo en esta isla, nuestros seres queridos no están enterrados aquí y no tenemos oportunidad de hacer la visita de rigor al cementerio. Ni leer o asistir a una representación de Don Juan Tenorio. Así que por imposibilidad esta cae. Ni los huesos de santo ni los panellets, demasiado dulces, les entusiasma. Pero vestirse de demonio, bruja, esqueleto, y demás engendros de ultratumba e ir pidiendo chucherías en las casas de los demás, a cambio de susto o chiste, es lo más "guay" que puede haber. Aunque creo entender que esto ya se extiende en la piel de toro sin necesidad de emigrar

  • Canciones infantiles - Nursery Rhymes: ¿a que nos acordamos de Tengo una muñeca vestida de azul, El sr Don Gato, Donde están las llaves...etc? Pues ná, aquí son Jack & Jill, The grand old duke of York, The wheels on the Bus o Row row your boat, por ejemplo. Aquí es cuando toca entonar el mea culpa, porque yendo a los playgroups me acostumbré a estos ritmos anglosajones y sin el apoyo de música española, pues me decanté fácilmente por lo que conocía. En mi descargo: son "bailables", tienen gestualidad y yo todavía ni papa de cómo se baila el gato, y puestos a, prefieren mover el esqueleto

  • Playgroups - ¿....? : aquí me meto yo el gol en propia puerta y bien gustosamente. A ver, no he tenido niños en España, así que aquí puedo patinar, pero lo que sí tengo claro que hace casi 6 años no había playgroups en Valencia y Murcia (no digo parques de bolas ni ferietas ni nada de eso) sino lugares donde las madres en permiso de maternidad o en casa, se reunieran a charlar, tomar café, hacer actividades con los bebés o un cine de 1 euro exclusivamente para madres y niños hasta 18 meses

  • Conejo y huevos de Pascua - Procesiones de Semana Santa: yo de verdad, que sigo sin ver la relación entre un conejo y unos huevos para Pascua, la verdad Si fuera una gallina...!!! pero eso de ir rodando huevos de chocolate por pendientes ajardinadas, buscar huevos escondidos y los gorros de Pascua, me sigue chocando demasiado. Personalmente echo mucho de menos las procesiones e imágenes - de mi pueblo - y las tradiciones de las torrijas, croquetas de bacalao, las películas de índole religiosa pero donde estén los pollitos píos británicos y la sobredosis de chocolate, puff, difícil luchar contra los ataques de diabetes esperando suceder.

  • Papá Noel - Reyes Magos: oh Santa Claus!! el señor orondo de rojo gentileza de Coca Cola, es el no va más! da igual que los otros sean 3 y vistan mucho mejor, porque vamos a ver, los 3 regalos que traen al Niño Jesús tan cerca de que empiece el colegio no mola tanto como que este señor, que encima tiene un reno al cual le brilla la nariz por la noche y con lo que te trae  puedes jugar muchísimo más tiempo. Pero aquí ni su padre ni yo cedemos. Si viene Papá Noel, por nuestras pistolas, los Reyes Magos entran. Y todos tienen su vaso de leche y galletas



Más pensando en inglés, es el idioma en el que viven el máximo de horas - colegio, playgroups, ocio - hasta el punto que hay palabras que ya prefieren que se las diga en inglés que en español. 
Realmente aquí no seguimos el OPOL, one parent one language (bueno, mi marido siempre siempre les habla en italiano y yo casi siempre en español) pero nos oyen en los otros dos idiomas y podemos decir que el español va casi casi parejo al inglés (y el italiano en tercer lugar).

No me sabe nada mal esto, me da cierta pena que no disfruten de las fallas o las fiestas de primavera murcianas, y de otras tradiciones, pero es la vida que hemos escogido y es lo que lleva aparejado, y si Dios quiere y nos seguimos moviendo, sabemos que sobre todo por la escolarización, va a ser el inglés y las tradiciones de aquí que conocen y les gustan las que ganen la partida. 


That's the thing about being expats!!
Ciudadanos del mundo.